En México nos encontramos inmersos en una serie de conmemoraciones históricas, que culminarán este 2021 en agosto y septiembre próximos.

Una de las conmemoraciones que recordaremos, quizá la más importante, es la de los 500 años de la consumación de la conquista de México – Tenochtitlan.

Será el 13 de agosto de este año, cuando se cumplan 500 años de aquel evento que cimbraría no solo a nuestra región, sino también al mundo entero. Fue, literalmente, el encuentro de dos mundos: dos, que, por cierto, se ignoraban los unos y los otros.

Mucho cine se ha hecho a partir de tan asombroso momento. Desde distintas perspectivas, realizadores y realizadoras, han tomado ese instante desde distintos puntos y con diversos simbolismos.

Para el cineasta Rodrigo Reyes, ese espacio en la historia le permite reflexionar sobre nuestro presente. No podría ser de otra manera, pues su propio padre, fue historiador. Sin duda, esa es una inspiración que en este trabajo se destaca.

¿Qué pasaría si de pronto un conquistador de aquellos años, apareciera de la nada en la misma Veracruz a la que llegaron, pero 499 años después?

Con esa anécdota, Rodrigo construye un filme que nos permite echarnos un ojo al pasado; pero más que nada pensar en nuestro presente.

El conquistador será un testigo de nuestros días con ojos literalmente de otro tiempo; e inclusive, con ojos de otras tierras, pues, aunque caminó por este mismo territorio, el que recorre ahora ya no es el mismo.

Nos llena de mucho gusto, y de mucho orgullo, poder contar con la presencia del realizador mexicano Rodrigo Reyes. Con quien platicaremos y reflexionaremos uno de los filmes participantes en la decimoprimera edición del Festival Internacional de Cine UNAM.